Camuflados de plumas,
acechando.
Con el disimulo del sinverguenza,
(fiosofía de la escuela de gorriones).
Perros de mar,
zalameros;
mendigos de cierto ritmo polinésico.
Engullen,
engullen,
engullen,
intentando tragar
el saxo,
atrapado en el pescuezo.
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(La pieza de la fotografía es obra del alfarero valdiviano Dagoberto Montecinos )